Nos encontramos en un momento histórico único. El siglo XXI se enfrenta a retos planetarios que están transformando la sociedad y la economía. La globalización, la digitalización, el cambio climático, la creciente desigualdad en la distribución de la riqueza, la crisis demográfica, las migraciones o la precarización del empleo son algunas de las consecuencias de esta revolución, que no solo es tecnológica. En este contexto, el derecho universal a la educación y a la cultura está siendo retado, como lo son otros derechos humanos. Este es el momento histórico en que nace Educación y Debate, que marca su personalidad y sus fines, con la voluntad de ser un actor relevante, comprometido y activo en la defensa del Derecho Universal a la educación y a la cultura como pilar fundamental de una sociedad democrática y de protección de la infancia, de un futuro compartido sobre los valores irrenunciables de la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad.
AED centra su acción en tres ejes. El primero, Impulsar la investigación, el análisis y el debate sobre la realidad educativa, cultural y social, en su sentido más amplio, que impulsen la innovación y la mejora para el ejercicio pleno del derecho a la educación, en su calidad, universalidad, igualdad y valor para la ciudadanía y las sociedades. Es, por tanto, ineludible promover un lugar de encuentro donde especialistas del mundo educativo y de otras múltiples disciplinas puedan exponer sus experiencias y visiones, aflorar necesidades y áreas de acción y trasladar, al entorno educativo primero, y a la sociedad y a las instituciones nacionales e internacionales después, reflexiones, propuestas, conocimiento y prácticas que contribuyan a la fortaleza, universalidad y adaptación de la educación a este nuevo escenario social y económico. La aportación de toda la comunidad educativa servirá para enriquecer este espacio de reflexión consciente y compartido, pues es imprescindible oír la voz de adolescentes y jóvenes.
El segundo pilar es nuestra principal prioridad: Promover e impulsar el derecho a la protección de la infancia, a nivel nacional e internacional, así como de adolescentes y de jóvenes, de manera especial de aquellos que sufran discriminación por género, etnia, pobreza, exclusión social, o de cualquier otra índole, y de los que se encuentren solos y solas, sin referentes familiares, migrantes, solicitantes de asilo, refugiados, y apátridas.
Y, por último, promover y desarrollar proyectos que contribuyan, de manera tangible y medible, a la consecución de nuestros fines.
Hoy, 20 de diciembre de 2019, hemos constituido la Asociación Educación y Debate, nuestro grano de arena para impulsar el Derecho Universal a la Educación y la Cultura, para llevar a la sociedad, con claridad, los retos a los que nos enfrentamos, como ciudadanos y ciudadanas, pero sobre todo como responsables de la tarea de educar, y para compartir ideas, reflexiones y acciones que sirvan de inspiración y aliento a otros para seguir avanzando en una visión de la educación universal, basada en valores democráticos, inclusiva, solidaria, equitativa e innovadora.